«Nadie es inútil en este mundo mientras pueda aliviar un poco la carga de sus semejantes».
Charles Dickens
En la búsqueda de encontrar la felicidad, de disminuir nuestro dolor y sufrimiento está el anhelo más grande de encontrar la verdad interna de cada ser y nuestra auténtica naturaleza.

Como Nace
Bajo la inspiración de la propia conciencia, pude observar donde no quería estar y donde “SOY” con todo lo que me rodea.
La alegría de Ser amada, querida y respetada y de sentirme una con los demás, era una sensación de plenitud indescriptible que siempre que tenía lugar, me dejaba una senda de luz abierta para poder volver, cuando mi alma lo necesitara. Y mi pregunta fue ¿y porque no estar ahí en ese espacio mágico siempre?.
Sin embargo mi mente concedió esta posibilidad como una entelequia y dejó que mi ánimo y mi respiración, se colapsaran en un interminable suspiro.
En el camino sentí, que la senda sigue abierta siempre que estoy en paz y, que el único requisito es el deseo genuino de querer estar en ese espacio atemporal de ser.
Y este es el desafío que mi alma me lleva planteando, y que me impulsa a emprender una forma nueva de complementar, el trabajo personal y lo cotidiano, con el servicio y la ayuda a los demás, aplicando los conocimientos que he aprendido sobre las distintas técnicas de desarrollo personal, disciplinas alternativas, y la enseñanza de mi experiencia en la vida, que tan gratamente he recibido de todas y cada una de las personas que han estado y están compartiéndola.
El Proyecto
Este proyecto hace alusión a la magnitud de la unidad. Ese espacio inimaginable donde todos tenemos cabida y refugio, sin condición. Ese espacio sagrado donde todos somos y donde se nos da el derecho de potenciar nuestros dones y talentos únicos y, a cambio, nos invita ponerlos al servicio de los demás y de la humanidad.
Reconocer el valor que tiene la unidad a la que pertenecemos garantiza el poder manifestar con facilidad la inteligencia que somos. Estamos sostenidos y suspendidos en una matriz terrenal, en un útero planetario que nos engendra y nos permite emanar, desarrollarnos y culminar nuestra presencia con el regalo de vivir y gozar de ello y aportar a la materia y en ella la conciencia que somos.
El deseo genuino de este proyecto es expandir el AMOR, esa energía reconciliadora que habita en todos nosotros
RESONANDO
Nada es por azar, aunque nos hayan instado a creer que sí como parte de un interés absurdo que nos roba el recuerdo. Somos la frecuencia de nuestra vibración y el resultado que vivimos de ella.

Todos los cuerpos o sistemas físicos tienen frecuencia de resonancia. La vibración es una ley universal que se encuentra en todo y en todos, en todo momento y lugar.
Nuestro planeta como universo físico, es un ser vivo que esta en continuo movimiento emitiendo ondas electromagnéticas a las que llamamos vibración. Se comporta como un sistema eléctrico con una frecuencia determinada que podemos medir, y a su vez alberga otros sistemas vivos que están emitiendo otras frecuencias vibracionales con identidad única puesto que no hay nada en este mundo que sea igual. Este universo físico en el que vivimos se crea desde una matriz o campo unificado como respuesta a la vibración que emitimos los humanos con nuestros pensamientos, emociones y acciones.
Nuestra actividad mental, ya venga en forma de pensamiento, emoción o sentimiento, emite una frecuencia de onda que es recibida por el campo unificado o matriz universal. En respuesta, este campo unificado o matriz nos devuelve la aparente realidad que vivimos y creamos en nuestro interior a cada instante. Y es así como funciona la ley y el principio de vibración.
«Somos los artistas y somos la obra de arte»
Gregg Braden

